“Nació en el pueblo de Salto, provincia de Buenos Aires, el 16 de octubre de 1820, siendo sus padres don Francisco de Asís de los Santos Charras y doña Lorenza Justiniana Rodríguez. A los 17 años, llevado por una irresistible vocación militar, sentó plaza como soldado en el cuerpo que mandaba el coronel Juan Cruz Gorondo. Desde aquella época hasta 1880, tomó parte en las acciones más importantes que tuvieron por escenario el vasto territorio de la República contra la montonera alzada y en las luchas civiles por la organización nacional.
Incorporado al Ejército Libertador, estuvo en el desembarco y toma de San Pedro, el 5 de agosto de 1840; en el combate de la Cañada de la Paja, el día 20 del mismo mes, donde la vanguardia de Lavalle mandada por el coronel Niceto Vega, derrotó al coronel Vicente González; habiendo también asistido a la acción del Tala, el 6 de agosto, contra las fuerzas del general Angel Pacheco.
El 15 de noviembre del mismo año se encontró en la sorpresa que sufrió la Legión “Mendez”, en las isletas de Aguará, por las tropas federales al mando del coronel Jacinto Andrada. Con la jerarquía de alférez de un regimiento de caballería, Martiniano Charras asistió a la sangrienta batalla del Quebracho Herrado, el 28 de noviembre de igual año; cayendo prisionero en la diseminación de las fuerzas derrotadas. Gracias a la intervención de su tío, el sargento Martín Charras, del 3º de Caballería de Campaña, del ejército federal, por intermedio del entonces capitán Prudencio Arnold, obtuvo que el general Pacheco permitiese la incorporación del prisionero a las filas vencedoras, en las que permaneció algún tiempo, hasta que se fugó del paraje “Alta Gracia”, donde se encontraba a la sazón, faltando a su palabra de honor.
Incorporado al “Ejército de Reserva”, en la provincia de Corrientes, asistió a la batalla de Caaguazú, el 28 de noviembre de 1841, bajo el superior comando del ilustre general José María Paz. Se encontró también en la célebre batalla del Arroyo Grande, el 6 de diciembre de 1842, en la cual el Ejército Unido mandado por el presidente del Estado Oriental, general Fructuoso Rivera, experimentó un tremendo desastre. Charras pasó entonces a la República Oriental, incorporándose a las fuerzas que operaron en la campaña de aquel Estado contra las invasoras del general Manuel Oribe, vencedor del Arroyo Grande.
A las órdenes del general Rivera asistió al combate de Solís Grande, el 18 de julio de 1843, donde fue batida una división de mil hombres al mando del general Ignacio Oribe. Se encontró en otros hechos de armas y en el curso de 1845 pasó a la provincia de Corrientes, donde se reunió a las tropas que allí organizaba el general Paz, a cuyas órdenes hizo la campaña de enero a marzo de 1846, con motivo de la invasión de Urquiza, asistiendo a la jornada de Laguna Limpia, el 4 de febrero. Tomó parte en la campaña de 1847, encontrándose en la batalla de Vences, el 27 de noviembre, en la que cayó prisionero de los federales. Su juventud y prestancia llamaron la atención del general Urquiza, quien ordenó que no fuera pasado por las armas. Charras era teniente del ejército de Madariaga.
Acompañó al general Urquiza en la campaña contra Rosas, asistiendo a la capitulación del general Oribe el 8 de octubre de 1851. Se encontró en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. El primero de mayo de este mismo año fue dado de alta como ayudante mayor del Escuadrón de Guardia Nacional del Fortín Mercedes, cuerpo de cuya reunión estuvo encargado Charras, el cual en el mes de Julio ya revista la clase de capitán con grado de sargento mayor. El pronunciamiento del 11 de setiembre de 1852 lo contó entre sus adeptos. El 1º de noviembre revista como capitán en la “División López”
A las órdenes de Rosas y Belgrano asistió a la batalla de San Gregorio, el 22 de enero de 1853. Levantado el sitio de Buenos Aires, recibió el despacho de sargento mayor efectivo el 15 de julio de 1853, “por orden del S.Gral don José M. Flores”; continuando sus servicios en el Departamento Norte, con asiento en Rojas.
Asistió a la batalla del Tala librada el 8 de noviembre de 1854 contra las tropas invasoras del general Gerónimo Costa. Continuó sirviendo en la Frontera Norte de la provincia de Buenos Aires en los años siguientes, de guarnición en Rojas, Pergamino, San Lorenzo de Navarro, Fortín Mercedes, Loma Negra, etc. Tomó parte en las expediciones al Desierto conducidas por Bartolomé y Emilio Mitre.
El 19 de junio de 1858 ascendió a teniente coronel graduado, incorporándose en julio del año siguiente a la primera división del primer Cuerpo del Ejército de Operaciones, con la cual asistió a la batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859. Después de esta campaña, volvió a su antiguo acantonamiento en la Frontera Norte de la Provincia, en Rojas, pasando después al Salto.
Hizo la campaña de 1861, asistiendo a la batalla de Pavón, y concurrió en auxilio del general Hornos en el Pergamino, enfrentando un enemigo superior después de aquella acción. El 24 de marzo de 1862 se le confirió la efectividad de teniente coronel. En el curso de ese mismo año fue nombrado comandante general interino de la Frontera Norte de Santa Fe; el 17 de noviembre de 1862 se puso en marcha desde el cantón “Libertad”, al frente de 200 infantes, carabineros y lanceros, con rumbo Norte. El día 29 del mismo mes descubría rastros de los indios invasores, y el 2 de diciembre derrotó en el arroyo Calchaquí a un grupo de éstos, y al día siguiente a otro más numeroso, en el arroyo “Mistolar”, matando entre ellos al cacique Javino, que era el principal de aquella tribu; al cacique Mariano el Grande, de Los Toldos; y al mentado ladrón llamado “El Paraguayo”. Desde la costa del arroyo, el 4 de diciembre, envió parte detallado al gobernador de Santa Fe, en el que recomendó muy especialmente a su Jefe de Detall, el teniente coronel Leopoldo Nelson.
El 16 de enero de 1863 se decretó la formación del Regimiento Nº 6 de Carabineros de Línea, sobre la base del escuadrón de caballería de línea existente en la Frontera Norte de Santa Fe; cuerpo cuyo mando se le dio por el mismo decreto al teniente coronel Charras, que quedó también a cargo de aquella Frontera. El 12 de noviembre del mismo año marchó al Desierto, dejando la frontera al mando del teniente coronel Leopoldo Nelson.
El 15 de marzo de 1864 fue nombrado comandante militar en Junin. El 14 de setiembre del mismo año marchó de Rojas, a ocupar el punto de la nueva frontera llamado “Chañar”; habiéndole concedido el Gobierno Nacional, a solicitud del de la provincia de Buenos Aires, el 1º de febrero de igual año, permiso para fundar el pueblo de aquel nombre.
El 8 de agosto de 1865 fue puesto en posesión del mando de la Frontera Sur de Santa Fe, con asiento en Melincué. El 4 de setiembre de este año, rechazó una indiada que había penetrado hasta aquel punto, a la que persiguió hasta los lugares denominados “Hinojo” y “Cañada del Zapallar.
Al estallar la guerra del Paraguay, quiso marchar a la zona de operaciones, pero el general Emilio Mitre se lo impidió, diciéndole que era necesario que quedaran algunos jefes en el país para apagar el incendio aún no completamente dominado de la montonera interior.
Al tener lugar el amplio movimiento insurreccional encabezado por Videla, Sáa, Varela y otros caudillos, iniciado en Mendoza el 8 de noviembre de 1866, el comandante Charras concurrió con las fuerzas que, a las órdenes del general Paunero, marcharon a sofocarlo. Se halló en las acciones de Los Loros y de La Pampa del Portezuelo el 30 de enero de 1867, donde la retaguardia de Paunero, al mando de los coroneles José Iseas y Plácido López, derrotaron a mil rebeldes atacantes a las órdenes del coronel Felipe Sáa. Asistió a la batalla de San Ignacio, el 1º de abril del mismo año, bajo el mando superior del general Arredondo. En la acción del Portezuelo, por inspiración propia, hizo un movimiento estratégico por entre las sierras y lanceó por la espalda a la gente de Sáa, que se creía vencedora.
Inmediatamente pasó a operar a la provincia de La Rioja, donde junto con el comandante José María Linares, fue derrotado por Felipe Varela, en el mes de junio de 1867 en el “Durito” o “Ciénaga Redonda” y en la “Cuesta de Mirada”, combates librados el 5 y 16 del mismo mes, respectivamente, y en los cuales se batió al frente de 100 guardias nacionales del Regimiento Norte de la provincia de Buenos Aires, con los cuales había sido desprendido desde la ciudad de San Juan, después de la batalla de San Ignacio para operar en La Rioja teniendo también a sus órdenes un batallón “San Juan” con 200 plazas escasas. Charras era 2º Jefe de aquel Regimiento, el cual estaba mandado por el coronel Plácido López, al que se incorporó en Jachal después de las derrotas de “El Durito” y de la “Cuesta de Miranda.
Terminada aquella campaña y ascendido a coronel graduado, el 1º de marzo de 1868, fue nombrado Jefe de la Frontera Norte de la provincia de Buenos Aires a la que se incorporó el 11 de mayo de ese año. Es fama que una oportunidad, el mayor Lorenzo Vinter le informó de que sería atacado por más de 1500 indios, y Charras, que sólo disponía de 112 hombres no se inmutó y mandó preparar su tropa. Llegado el momento hizo sonar los clarines, ordenando “sable en mano y a degüello”, y la acción solo duró una hora, al cabo de la cual los salvajes fueron aniquilados. Don Martiniano Charras, recibió el grado de coronel el 4 de febrero de 1868 con antigüedad de 22 de noviembre de 1867.
Su intrepidez era proverbial y con frecuencia decía a sus soldados: “Hagan fuego y diviértanse para que el enemigo sepa donde estamos y no tenga que andar buscándonos”. El 14 de noviembre de 1871 pasó a la P.M.A.
En la presidencia de Sarmiento, el 21 de agosto de 1869, recibió la efectividad de coronel, y de aquel se cuenta que al subir al poder había llamado a Charras, al que conocía desde que actuó en la represión de la montonera del interior, siendo él gobernador de San Juan, y le dijo: “Coronel, conozco todos sus grandes hechos y aquí tiene la efectividad del grado de coronel que hace diez años se le debía haber dado.
Sin embargo, Charras se levantó en armas en setiembre de 1874, por lo que fue dado de baja el 11 de octubre de aquel año. Reincorporado el 5 de junio de 1877, y pasado el 26 de octubre a la P.M.D. A pesar del fracaso de aquella revolución, volvió a participar en la de junio de 1880, poniéndose de parte del gobernador Tejedor. En el curso de las operaciones que tuvieron lugar, la fuerza sublevada al mando de Charras se desbandó.
Dado de baja del ejército el 9 de julio de 1880 por aquellos sucesos, el 21 de agosto de 1883, el Senado prestó acuerdo para reincorporarlo, lo que cumplimentó el P.E. por decreto del 17 de diciembre del mismo año, dándole de alta en el Cuerpo de Inválidos con la mitad del sueldo de su clase de coronel. Un nuevo decreto del 13 de agosto de 1888 le acordó el sueldo íntegro en su calidad de Oficial Superior.
El coronel Charras falleció en esta Capital, el 19 de setiembre de 1894 a las 08.25 a.m., habiendo enfermado mentalmente en sus últimos años. El Ministerio de la Guerra hizo colocar su cadáver en el nicho Nº 11 de la Sección Sur del Cementerio de la Recoleta.
El 15 de octubre de 1919 sus restos fueron trasladados al Cementerio del Oeste.
El 11 de mayo de 1869 contrajo enlace con doña Carmen Videla, en Junin (Buenos Aires), natural de San Luis, de 26 años, hija de Lázaro Videla y Josefa Valdés, puntanos. La esposa de Charras falleció el 1º de diciembre de 1880, en el cuartel 1º de Junin.
El teniente coronel Marcelino Reyes, en su “Bosquejo Histórico de la Provincia de La Rioja”, dice:
“El combate de “El Durito o Ciénaga Redonda”, como indistintamente es conocido, es una gloriosa acción de guerra para el entonces teniente coronel don Martiniano Charras, cuya reputación de bravo y denodado jefe en el arma de caballería dejó bien acreditada en las fronteras de la República en su lucha contra el salvaje, como jefe de la Frontera Sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires, o en los combates de la guerra civil, a la que concurrió formando parte del ejército de esta última provincia en sus luchas por la organización nacional.
Fuera de las acciones de guerra que se han citado, Charras se halló también en las siguientes: Los Ombúes, Vergara, Gualeguay, Las Raíces, Calchaquí, Laguna del Clé, Laguna de Andrio, derrota de La Paloma, Masa de Villagra, Albano, sorpresa de la división de Larramendia, retirada de los Chosmes, Rincón de Vergara, Arroyo del Palmar, Las Moscas, Chiuqeleofú, expedición a los Ranqueles, El Mate y campaña al Estado Oriental”
Referencia: “BIOGRAFIAS ARGENTINAS y SUDAMERICANAS”, (pág. 124/127) Jacinto R. Yaben.